
Los concejales Javier Martínez y Jesús López acompañan a los participantes en la fiesta
EL PLATO FUERTE ES LA PAELLA, EL ARROZ SE REGALA Y LA DEGUSTACIÓN SE HA TRASLADADO AL SOLAR DE LAS PISCINAS CON HINCHABLES Y TOBOGANES PARA LOS MÁS PEQUEÑOS
La juventud es divino tesoro y algo más, como lo demuestran los jóvenes de
Varea que se han sacado de la manga unas fiestas, en pleno mes de julio, que
moviliza a todo el pueblo. Sus habitantes lo agradecen y participan, que es lo
fetén, los bares con sus mejores tapas y el Ayuntamiento logroñés echa una
mano. La gente, que es de un buen número de nacionalidades, se lleva bien,
uniendo culturas, idiomas y folklore. La cosa empieza con el pinchopote el fin
de semana y, ya sin parar, hasta este domingo con el concierto “Válgame el
son”, primero la asistencia a la Santa Misa y, luego, a echar unos vinos con
los amigos.
Los jóvenes comenzaron a reunirse en la orilla del Ebro y la Comisión de
fiestas, desde unos años, decidió la celebración de estos festejos a pie de las
piscinas. El experimento ha resultado un éxito, el ambiente es de una fiesta
grande y el evento fuerte, que es el condimento de la paella, se realiza en
este lugar. Previamente, se procede al reparto de tablones y sillas con la
entrega gratuita de arroz. Las cuadrillas ya vienen preparadas y se esmeran por
conseguir la mejor paella. Luego, entre los comensales se “pican” pero sin
ninguna riña y todos, tan amigos. En la sobremesa, se sortea un jamón.


